Olfato y Tacto

En esta oportunidad, en el trabajo práctico planteado, debiamos partir desde la problematica de los sentidos como incorporadores, disparadores y creadores del mundo. Principalmente nos basamos fueron el tacto y el olfato, que a partir de unos escritos,  fragmentos del texto “La cabeza de Goliat” de Ezequiel Martínez Estrada,  nos sirvieron para comenzar el proceso de creación de la obra, de una forma a la que no estamos acostumbrados o no registramos conscientemente que lo hacemos, y que nos servía para la realización de un proceso en el que era fundamental la no ilustración. 

En una primera instancia debiamos realizar una propuesta consistía en realizar 10 bocetos de obra partiendo de lo que nos despertara o interesara estos textos, partiendo de experimentar con diversos materiales, prestando atención a sus cualidades propias y a las posibilidades que cada uno nos brindaba, intentando trabajar sobre la materialidad y no sobre la figuración.

 

Una vez con el texto en mis manos y mientras caminaba por la calle, entre prestar atención al entorno y leer intentando comprender aplicando algunas frases incorporando aroma de plantas al mismo tiempo que emisiónes de automóviles, tocando paredes y troncos, buscaba la forma de internalizarlos para iniciar un proceso interno que me llevara a la recreación de esas sensaciones.

En las primeras pruebas intente utilizar como disparador el tacto. Para recrear la sensacion que quería junte distintos materiales, algunos industriales, otros naturales y los fui combinando a modo de atrapa sueños. También coci algunos intentando generar cortinados de ramillas y los fui disponiendo y presentando como pequeños rejuntes de diversas formas y texturas.

Como no lograba avanzar en el proceso de creación de un obra concreta, volvi a las primeras sensaciones que tuve al leer por primera vez  "La cabeza de Goliat".

En este transitar, un olor llamó mi atención por sobre los demás, el del cafe. Fuera direactamente frente a algun bar o en su cercanía, este delicioso aroma cubría los otros. Fue esto lo que me llevo a experimentar con granos y moleduras del mismo. Lo utilicé de forma líquida, preparado, mezclandolo con acrilico blanco, con tempera, chorreandolo directamente sobre el soporte para que se impregne del olor, o sobre bases preparadas con enduído o algún otro material que usara para generar densidad.